Análisis GRIS. La belleza de unas acuarelas dolorosas

GRIS. La belleza de unas acuarelas dolorosas

Ocurre con GRIS que más que jugarlo hay que ser testigos de su belleza. Una especie de dejarse llevar hasta que las letras blancas, sobre un fondo negro, anuncien su fin. Así es. La despedida de un viaje en el que se ha caminado y nadado por las acuarelas de Conrad Roset. Azules, rojas, naranjas, pero también negras. Con formas monstruosas que nos asaltan en medio de un cuadro convertido en videojuego.

Transmitir emociones y no acciones es harto complicado. Más aún en un mundo donde la empatía corre especial peligro, y solo parece proliferar a través de buenas intenciones en las redes sociales, pero que difícilmente acaban por materializarse en la calle que pisamos al salir de nuestro portal. GRIS quiere transmitir emociones, quiere empatizar con el jugador, quiere enviar un mensaje al testigo de ese recorrido que la protagonista, acribillada por el dolor, debe realizar. Una mujer que se ha perdido para tratar de encontrarse, y que descenderá hasta el subsuelo para luego elevarse sobre las nubes.

No se debe esperar del título de Nomada Studios una respuesta sobre su significado y su simbolismo. Son estos tan cristalinos que sobran las palabras. ¿Qué puede significar si no el atravesar paso a paso una tormenta que segundos antes parecía infranqueable? ¿Qué significa coleccionar estrellas para que nos guíen en los momentos más oscuros?

El de Gris, nombre de la protagonista, es un viaje solitario, pero en el que no está sola, y diferentes manos amigas tejerán también un puente hacia la luz cuando más lo necesite. No abundarán, pero serán especialmente dulces.

Aquí no hay enemigos a los que disparar. Aquí hay formas conocidas que toman los colores más oscuros de la paleta de Conrad Roset y que nos persiguen cuando pensamos que solo podemos huir de ellos, hasta caer en la cuenta de que a los monstruos se les mira cara a cara. No solo con los puños se combate.

Maravilloso presente el que brinda el estudio catalán. Prometedor futuro. Una prueba más del dulce momento que atraviesan los creadores de nuestra tierra. Claro que está todo por hacer. Pero juegos como GRIS permiten hacer soñar, que no es poco.

8.5

Lo mejor

  • El apartado visual, una auténtica delicia firmada por Conrad Roset
  • Empatizar con Gris desde el primer segundo, aún sin saber al cien por cien que estamos viviendo
  • Una banda sonora magistral gracias a Berlinist
  • La sorpresa de ir conociendo nuevas mecánicas a medida que avanza el juego

Lo peor

  • No presenta ningún desafío real
  • Algunas veces cuesta saber qué hacer o con qué objeto debemos interactuar
Carlos Pereiro

Creador de Morcego. Escribo cousas, falo de cousas e encántame escoitar cousas.

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  1. […] Un triunfo do diferente e o artístico a través dunha viaxe agradable e bela. En Morcego xa gozamos enormemente dela. […]

  2. […] Morcego dedicámoslle unhas xentís palabras despois do seu […]