Actualidad Impresiones. Red Dead Redemption 2 quiere absorber al jugador

Impresiones. Red Dead Redemption 2 quiere absorber al jugador

Viernes, dos de la madrugada y con el mando en la mano estoy echando una partida al dominó en medio de ninguna parte, al lado de una estación de tren. Se oyen grillos en la lejanía y mi caballo descansa atado mientras come la hierba del suelo. Red Dead Redemption 2 ganó. Me hizo parte del juego y no puedo evitar levantarme de la mesa mientras pido otras fichas para la siguiente partida de dominó. ¿Cómo  he llegado aquí?

Es temprano para hacer un análisis. Hay mucho mundo que recorrer todavía en el nuevo juego de Rockstar pero es cierto que la onda gigante provocada por RDR2 es una realidad. Las redes sociales se han llenado de anécdotas, vídeos e imágenes de una aventura donde los detalles son los protagonistas. Parecen infinitos, muy difícil de describirlos uno por uno más allá de recomendar a la persona que tienes delante de que juegue, de que pruebe el título.

En un escenario enorme por cabalgar, el jugador se ponen en la piel de Arthur Morgan, un forajido que junto con la banda a la que pertenece huye de la civilización, del avance de la modernidad y aspira a vivir en libertad en un oeste cada vez más pequeño. La narrativa es absorbente. Contar historias es algo en lo que Rockstar son especialistas y RDR2 no es una excepción. Me queda por ver mucho, pero la sensación de estar viviendo una película más próxima a Sin perdón, que al spaghetti western de los años sesenta es una constante.

Todo pasa por la inmersión. Probablemente la más cuidada nunca en un videojuego. Detalles y más detalles. Un horizonte de pequeños elementos que dan forma a un mapa lleno de vida, muy mimado, con cero sensación de repetición o sistema procedural: “alguien puso esa piedra ahí, seguro”. En las tiendas puedes coger la lata de judías del estante, pagarla y salir por la puerta. Es una chorrada, pero es real. El resto de objetos se compran a través del catálogo del establecimiento. Si cortas la barba y quieres cambiarla a una más larga no puedes, tendrás que esperar a que crezca. Si sufres un accidente con el caballo y el animal queda malherido tendrás que sacrificarlo. Los animales cazados dejan sangre en tu ropa y donde se apoyen. Si corres, mejorarás tu resistencia, si comes mucho engordarás (xa visto en GTA). Si caes en el barro te llenarás de mierda. Todo parece muy lógico, que lo es, pero sucede de una manera tan natural que asusta.

Al principio de la aventura el sistema de apuntado y los movimientos de Arthur no me convencían al cien por cien pero entendí que la cierta lentitud con la que funciona el juego es intencionada, es parte de él. Eres un vaquero no un superhéroe. Arthur se nota pesado en ocasiones porque es un tipo pesado. Ojo, porque esto puede acabar por desesperar a alguno que otro pero… Es lo que hay.

¿Alguna pega? Puede haberlas. La más notoria que encontré, por el momento, fue relacionada con la traducción, inexistente en muchas conversaciones aleatorias con los habitantes de RDR2. Una lástima si no tienes idea de inglés porque hablar con la gente es parte indispensable de la llamada inmersión total. También hay que hablar del rendimiento. Estoy jugando en una PS4, comprada hace ya varios años y el despegue de la misma se hace inminente. RDR2 tira, y mucho. En las ciudades los bajones de FPS son evidentes y dudo mucho que eso se pueda corregir con algún parche futuro. Seguramente en un modelo más nuevo, o en una Pro, no suceda.

El viernes, el análisis completo estará disponible.

Carlos Pereiro

Creador de Morcego. Escribo cousas, falo de cousas e encántame escoitar cousas.