Malos tiempos para la lírica de Final Fantasy XV

Si su creación es narrada cómo una de las más esperpénticas de la industria del videojuego en los últimos años, parece que Final Fantasy XV tampoco podrá salvar su final. La salida de Hajime Tabata de Square Enix ha provocado un tsunami de proporciones bíblicas dentro de la compañía. De momento, la empresa nipona ha cancelado el 75 % de los DLC anunciados para FF XV, el último título en el que Tabata trabajó, y trabajará, con Square Enix.

La decimoquinta entrega de la saga Final Fantasy tardó en finalizarse una década. Por el camino, el listado de cambios en la producción es antológico, incluyendo el relevo de su director. Con todo, vio finalmente la luz un juego notable, alejado de lo que muchos recordarán de los títulos más clásicos de la saga pero con personalidad propia gracias a su grupo de protagonistas y un road trip con momentos más que interesantes. Tardó en llegar la PC, pero llegó. Con un apartado visual exquisito, la idea era que FF XV hubiera tenido vida para rato. No será así.

De todos los contenidos descargables mostrados en abril, solo se salvarán dos: el Episodio Ardyn, que llegará en marzo del año que viene, y una versión de la expansión multijugador Hermanos de Armas.

Tabata, ¿qué ha pasado?

Hajime Tabata, director de Final Fantasy XV, anunció ayer que dejaba de liderar Luminous Productions y que prescindirá del paraguas laboral de Square Enix de manera inmediata. Todo esto fue mostrado en un streaming en directo en el que no pocos pensábamos que lo que se iba a mostrar eran avances de los DLC futuros.

Tabata demostró un heroísmo propio, al conseguir finalizar la decimoquinta entrega de la saga. Un juego que nacía de las cenizas de ese Final Fantasy Versus XIII después de que Tetsuya Nomura dejara de comandar el barco que tenía que llevarlo a puerto. No fue una tarea fácil. Tabata logró recomponer las piezas y construir un proyecto nuevo que acabó siendo lo que hoy conocemos por FF XV. Ojo, si uno quiere sumergirse en la historia de este título comprobará con alivio como un despropósito tan grande consiguió finalmente alcanzar la calma en la forma de un título más que jugable, impensable años antes.

Tabata salvó el último Final Fantasy y lo publicó a tiempo. Faltaban cosas, pero también aseguró que se irían añadiendo. Y así fueron llegando capítulos nuevos, diálogos, cinemáticas, mejoras en el combate (como poder controlar a todos los personajes) y el tiempo pasó. Si el juego original fue lanzado en noviembre de 2016, en el 2017 recibiría una primera remesa de DLC que, resumiendo el asunto, narrarían las vivencias personales de los principales protagonistas de FF XV.

Mientras se anunciaba un sistema multijugador, y se iban mostrando nuevos contenidos futuros para el título en cuestión, Square Enix abría un estudio nuevo, Luminous Productions, con la idea de ser su punta de lanza para producir juegos triple A. Tabata fue el elegido para ser su director y crear nuevos proyectos. Hasta ahora. De su marcha, además de la rotundidad y celeridad de la misma, poco se sabe. No hay un motivo oficial más allá de especular con los posibles problemas de financiación y resultados que atraviesa el estudio.

Lo que queda

Square Enix no titubeou en su streaming y no quiso maquillar las malas noticias. Tabata se va y solo se contempla rescatar el episodio protagonizado por Ardyn. Ese arco narrativo que sería The Dawn of the Future (ironías de la vida la de su nombre) se quedará a medias… O ni siquiera. Los episodios Aranea, Lunafreya y Noctis no llegarán ni por asomo al mercado. Akio Ofuji, director general de la saga, lo confirmó claramente: “La compañía hizo un cambio en su dirección, y la decisión tomada pasa por reexaminar estos proyectos, lo que concluye con la producción del Episodio Ardyn, y la cancelación del resto”.

¿Y ahora? Sobre la mesa queda ese Final Fantasy XV: Hermanos de Armas, que llegará como juego independiente, por lo cual no necesitaremos tener el FF XV si queremos disfrutar de él. Aterrizará en una versión digital con 10 nuevos jefes finales, armas, trajes… El 12 de diciembre aparecerá en las tiendas con un precio de 14,99 euros.

También está el crossover entre FF XV y FF XIV, Aventuras de otro mundo, que llegará en forma de misión final para la última entrega y contará las aventuras de Y’jhimei, una chica que busca ayuda en el mundo de Noctis. Juntos, deberán derrotar la Garuda, uno de los jefes finales de FF XIV y evitar así un cataclismo global.

En el futuro “máis próximo” aún esta por ver cómo se finalizará y cómo llegará el remake de Final Fantasy VII.

Bien está lo que ¿ben? acaba

Podía no ser esperado este final tan amargo para las aventuras de los protagonistas de FF XV, pero en un sentido lírico, poético, no podía tener otro. La creación de esta entrega volvió a recordar a los jugadores todos los problemas que arrastra Square Enix con una de las sagas más valoradas y reconocidas dentro de la industria. El suyo es un camino hacia un acantilado que comenzó con su último éxito verdadero, ese Final Fantasy XII de PlayStation 2 que vendió seis millones de unidades pero que ya había adolecido de muchísimos problemas en su gestación.

Después, a poco que uno siga los movimientos de Square Enix, ya sabe que ocurrió. Títulos incapaces de rivalizar con las historias del pasado mientras aumentaba la toxicidad dentro de la compañía con muchos trabajadores hablando de crunchs para finalizar juegos dejados a medias y un buen puñado de directores que se salían de la compañía durante el proceso de producción. Y aún está ahí el remake de Final Fantasy VII, sin fecha clara y con la posibilidad de pasarse ya a la siguiente generación de máquinas.

La franquicia Final Fantasy pasó de realizar diez títulos numéricos en catorce años a tan sólo cinco en los últimos diecisiete. El dato puede ejercer de resumen empírico para comprobar los problemas que la empresa japonesa tiene entre manos cuando se trata de crear un nuevo JRPG con las dos efes en su nombre. Una espiral de trabajo mal hecho de la que no parece poder salir.

Aquí queda el streaming, en inglés, en el que la compañía hizo público todos los datos narrados.