eSports OG hace historia y gana por segundo año consecutivo la International de DOTA 2

OG hace historia y gana por segundo año consecutivo la International de DOTA 2

Maldiciones, profecías o estadísticas. Siempre hechas para romperse y quedar en nada. El torneo más importante de DOTA 2, The International, esa competición que reparte el mayor premio en metálico de los deportes electrónicos —34.295.196 euros— ha dejado atrás cualquier mito: no ganó un equipo asiático, como parecía que debía tocar; tampoco llegó un Team Secret en estado de gracia a la final, y, para colmo, una agrupación repitió, por primera vez en la historia, la hazaña de llevarse el Aegis. OG triunfó el año pasado, aplastó esta edición y lo hizo con los mismos nombres, los cinco jugadores que hace doce meses tocaron el cielo contra todo pronóstico: N0tail (25), Ceb (27), ana (19), JerAx (27) y Topson (21).

La International ha demostrado ser todo un epicentro de emociones. Otra prueba de que los deportes electrónicos no son cosa de un día, que esto ha llegado para quedarse y que son una de las mecas del entretenimiento digital. El título de Valve ha roto de nuevo su propio récord y, aunque como MOBA no goce de la misma importancia que League of Legends, se aúpa como un espectáculo visual imperdible, con una profundidad exquisita y, de alguna manera, como uno de los juegos más equilibrados del planeta. Las cifras no mienten, de los 117 que se pueden jugar en DOTA 2, solo tres no han aparecido en este torneo. Una barbaridad.

De favoritos iba a ser… y fue

Aunque siempre hay alguna sorpresa, esta edición perdió ese equipo tapado que se mete o casi se mete en la final. Los favoritos —Team Secret, OG, Team Liquid, PSG.LGD, Vici Gaming— han ocupado los puestos altos de la clasificación. Se quedó fuera, quizás demasiado pronto, Virtus Pro, que no acaban de encontrarse tras una época gloriosa una temporada atrás. Se avecinan cambios en su formación, lo más seguro. Los que sí dieron un golpe en la mesa fueron los peruanos Infamous, únicos representantes de América del Sur, país con una tradición colosal por este MOBA. La agrupación sudamericana cumplió e hizo historia, se metió entre los ocho mejores equipos del mundo y protagonizó algunos momentos de épica mayor, con Scofield, Chris Luck, Stinger, Wisper y K1 hilando fino, jugada a jugada.

En nombres, pocas más sorpresas hubo. Soñaban los chinos con coronar rey del DOTA 2 a un equipo de los suyos esta edición que celebraban en su tierra, pero se tuvieron que conformar con el tercer puesto tras verse desbordados por el buen hacer europeo. El viejo continente volvió a imponer su ley y presenta el mayor nivel competitivo de todo el mundo en este título.

El duelo titánico

¿Quién sabe cuantas veces habrá jugado el equipo capitaneado por Kuroky contra el de N0tail? Enemigos íntimos dentro del mejor Dota, un triángulo que bien podría finiquitar en la otra arista Team Secret. Tres conjuntos que reinventan el juego a cada poco, que crean meta y aplastan sin contemplaciones a sus rivales huyendo de las normas establecidas, buscando la magia, quizás la fantasía. Es cierto, no siempre salen victoriosos, pero cuando lo hacen el aplauso es unánime.

Eliminado Team Secret por Team Liquid, el equipo de Kuroky llegó a la final tras romper el sueño chino en la semifinal. OG por el upper bracket, Liquid por el lower. Dos billetes para un duelo que se antojaba legendario. Primero, por el altísimo nivel que ambos habían demostrado; segundo, porque una de las dos escuadras repetiría como campeona del mundo, hecho nunca antes conseguido. Ganaba el mejor de cinco.

Salieron los de Liquid valientes, aguerridos. Impusieron su juego a un OG despistado, lejos de su lustroso juego en equipo, tantas veces demostrado. Una partida que fue de remontada en remontada. Tenían los del caballo las de vencer, pero se vieron incapaces de manejar a una Spectre de ana que se volvía cada vez más fuerte y les aseguraba el late game. Y llegó esa recta final. Acorralado Liquid, buscó el Roshan y no titubeó, consiguió una teamfight magnífica gracias a un Meepo de otro planeta de W33. En un acto de enorme inteligencia irrumpieron en la base rival, sin posibilidad de respuesta, ante una Spectre que tardó demasiado en hacer uso del buyback. El ancestro caía, aunque quizás OG lo dejó caer ante un exceso de confianza.

El gigante dormido despertó. Lejos de volverse locos, de que los nervios hicieran acto de presencia, los jugadores capitaneados por N0tail se mantuvieron fríos y volvieron a las cabinas como el equipo que fue todo el torneo. El draft fue exquisito por parte del danés y Liquid fue tan solo una sombra de lo que fue en el juego anterior. Incapaz de recuperarse, la derrota fue rápida e indolora gracias al Monkey King de Topson, personaje insignia del finlandés. Se reiniciaba el marcador con el 1-1.

Crecidos los de OG, dominaban en la selección de héroes y aplastaban luego en el juego. Liquid no conseguía encontrar la manera de hacer daño, con un Mind Control muy lejos de su forma habitual, con demasiados errores a sus espaldas ya. La Enchantress de Ceb se convirtió en un quebradero de cabeza, mientras que las chronospheres de ana con Faceleess Void quedarán dentro de los archivos a guarda de DOTA 2. Pura cátedra. Los verdes necesitaron menos de 25 minutos para anotarse el segundo tanto y ponerse a tan sola una victoria del trofeo.

Arriesgó Liquid en el último draft, pero no fue suficiente para contener el estilo imparable de N0tail y compañía. Ni siquiera la Windranger de W33, o un más secundario en este torneo Miracle-, pudieron contener las intenciones de un equipo que venía a hacer historia y que manejaba todos sus héroes a la perfección. Aunque fue más competido al inicio, el que iba a ser el último juego se desequilibró gracias a ese IO carry que OG abanderó a lo largo de todo el torneo y con el que quisieron ponerle fin. Una manera redonda, casi poética, de finalizar la International 2019, debido al recordatorio que aproxima: en DOTA 2 todo es posible; si funciona, es que es válido.

Imágenes: Twitter DOTA 2

Carlos Pereiro

Creador de Morcego. Escribo cousas, falo de cousas e encántame escoitar cousas.