Reportajes Project Rex :: Cando leemos y admiramos a Solid Snake

Project Rex :: Cando leemos y admiramos a Solid Snake

¡Snake, ten cuidado! En esa zona hay minas Claymore. 
¡Usa un detector de minas! – Gargana profunda, MGS (1998)

En aquel 1998, el medio del videojuego cambió para siempre. No es una hipérbole o una exageración, y la subjetividad que subyace tras tal afirmación se convierte en una objetividad casi plena al otear parte del listado: Final Fantasy VII, Half-Life, StarCraft, Resident Evil 2, Gran Turismo, Banjo-Kazooie, Grim Fandango, Tekken 3The Legend of Zelda: Ocarina of Time, Tenchu… Y hay más, pero el objetivo de estas líneas es otro, si bien también acabará por apelar a la nostalgia a la hora de generar una obra.

Metal Gear Solid fue un misil certero de Hideo Kojima. Un título antológico que continuaba la historia de un soldado ya conocido, pero que en esta ocasión logró contar con una recepción masiva y global. PlayStation fue un éxito y el paradigma narrativo de los videojuegos mutó a un ritmo vertiginoso. El resto es historia, literalmente.

En la práctica, Snake es un personaje poliédrico, cuyas acciones cruzan en no pocas ocasiones la cuarta pared para hablar de tú a tú con el espectador / jugador. Liquid preguntando la cantidad de muertos que había dejado tras de sí para verse las caras, la realidad evidente de ser una marioneta de unos altos mandos desconocidos… El director japonés sienta las bases de toda esa filosofía bélica y pacifista que se irá desarrollando en entregas siguientes, profundizando en la idea del soldado como arma y herramienta para los poderes mundiales.

El título de PlayStation ha envejecido de una manera magistral, mucho mejor que otros coetáneos. Su sistema de juego puede ser hoy algo tosco —han pasado más de veinte años—, pero consigue compensar cualquier carencia técnica con un relato épico, una narración audiovisual que se juega pero que también se vive como una película debido a la enorme cantidad de cinemáticas que la habitan; marca de la casa que Kojima no dejaría de explotar hasta Phantom Pain.

El papel y su tinta

Sea como fuere, la posibilidad de vivir Metal Gear Solid más allá del propio juego es más que posible. Su historia novelesca y negra, llena de diálogos e informaciones, permite la creación de productos que buscan contar la misma historia desde otro formato. En 2008, por ejemplo, Raymond Benson fue el encargado, diez años después de su estreno, de llevar la obra de Kojima a la narrativa de tinta y papel.

Aunque hubo dos novelas más, fue esta la única que se tradujo al español. Tanto la de Metal Gear Solid 2 como la de Metal Gear Solid 4 —Snake Eater se quedó por el camino— tan solo son accesibles en inglés. Recibió críticas mixtas, al variar por momentos la línea argumental original, llegando a modificar al personaje principal y sus acciones, siendo más una novela de acción que de infiltración, que es la misión primera que plantea el juego.

Distribuido por la editorial Marlow, el libro tenía un total de 351 páginas que nunca han llegado a ser del agrado de los seguidores de la obra original. Por supuesto, para gustos colores, pero es cierto que Raymond Benson quizás se tomó demasiadas licencias a la hora de interpretar la personalidad de un Snake que, si bien muestra su sentido del humor en algunas ocasiones, no va matando guardias diciendo «Feliz Navidad».

Quizás por este turbio pasado encuadernado, el anuncio de la publicación de Metal Gear Solid: Project Rex por parte de la editorial de Héroes de Papel levantó más de una pasión. Primero, porque la propia empresa se ha convertido en un referente peninsular a la hora de crear, promover y distribuir obras con los videojuegos como base; segundo, a través de los dos nombres implicados en su creación: Kris Oprisko, laureado por su adaptación de la serie CSI, y Ashley Wood, dibujante de la saga Lady Castle y Tomb Raider.

La idea de revivir la incursión de Snake a través de una novela gráfica es apetitosa, sobre todo en su veinte aniversario, momento en el que se anunció la primera edición. Un homenaje a través de unas ilustraciones de calidad que recrean una Shadow Mosses fría y oscura, casi idéntica a la que se mostró en el juego.

Una novela gráfica a la altura

Partiendo de que la historia que cuenta Project Rex es exactamente la misma que la obra original, la adaptación de sus diálogos y estructura ha sido bien llevada por Kris Oprisko, que decide mantener la esencia de Kojima sin perder de vista el soporte físico que está manejando.

Las ilustraciones de Ashley Wood son una maravilla que no buscan imitar el legado de Yoji Shinkawa, legendario creador japonés y responsable habitual del diseño artístico de la franquicia, sino que busca su propio camino y elige de manera ejemplar la paleta de colores para representar la gélida Alaska y sus tonos verdes y azules, pero sin olvidar la violencia más roja y efectista.

Los trazos frenéticos presentan un caos que los diálogos se encargan de encajar y contener, junto a un número de viñetas variables, que va desde páginas enormemente cargadas a planos grandes y abiertos de toda una carilla.

Parte de la famosa escena donde el Ninja ataca a un grupo de soldados genoma.

Se trata de una edición más que notable. Tapa dura, 278 páginas y un grueso papel que pide ser disfrutado y que desde hace unos meses, desde junio del año pasado, también permite continuar la lectura con su segundo volumen, Sons of Liberty. En su conjunto se trata de una novela gráfica robusta y bien armada, un formato en el que Snake se mueve mucho mejor que en los intentos novelísticos del pasado.

Se antoja inevitable pensar que la historia se disfruta si uno ha gozado de la aventura previamente, aunque como producto independiente también puede funcionar y acercar la historia original en caso de que uno haya entrado tarde en la vida de Solid Snake y el resto de personajes. Sin entrar en detalles de la trama, los duelos contra los miembros renegados de FOXHOUND son una auténtica virguería artística, como el duelo con Vulcan Reaven.

Al tratar de evitar las largas conversaciones de CODEC, el guion se ha adaptado un poco, por eso algunas conversaciones relevantes suceden en momentos que no deberían suceder. Puede esto molestar al purista de la obra original, o a aquel que busque en Project Rex un calco de cada uno de los diálogos que se vivían en el original con sus míticas frases gracias al excepcional trabajo de doblaje de la época. Hay que tener en cuenta que se ha realizado un trabajo de adaptación y luego de traducción —de la mano de Fran Llorente—, por lo que los enunciados cambian y se transforman en conversaciones más adecuadas al contexto.

Sirve esta adaptación como un buen homenaje, otra forma de vivir lo acontecido en el primer juego de la familia Solid y un obsequio perfecto para todo aquel que quiera aumentar su colección de elementos relacionados con el universo de espionaje y acción de Hideo Kojima. Los videojuegos también se leen, incluso se dibujan. Hace tiempo de ello, pero recuerda y pone sobre la mesa la enorme calidad de las firmas que atraen, como es este caso. Snake sale airoso de sus propios dibujos.

Aspecto de la edición actual que distribuye Héroes de Papel.

Carlos Pereiro

Creador de Morcego. Escribo cousas, falo de cousas e encántame escoitar cousas.