Sony compra Bungie por 3.600 millones de dólares

Otra noticia de miles de millones. Suma y sigue. Sony Interative Entertainment ha anunciado la compra de Bungie por 3.600 millones de dólares. El aviso llega dos semanas después de la compra de Activision-Blizzard por parte de Microsoft, la operación más cara de la historia del medio.
Aunque son operaciones radicalmente distintas, sin duda, Sony también saca músculo y comienza una posible campaña de control de daños. Que nadie se equivoque: esta compra no está influída por la realizada por Microsoft, desde luego no por la última, pues es engañoso—y bastante absurdo— pensar que un movimiento de esta clase se estudia, realiza y remata en dos semanas.
Sea como fuere, el estudio responsable de Destiny funcionará como «una subsidiaria independiente», dirigida por un consejo en el que se mantienen el actual CEO, Pete Parsons, y el resto de la dirección.
Por otro lado, también se ha señalado que Bungie seguirá siendo un estudio multiplataforma, negando la exclusividad de sus títulos futuros o presentes, al tener la opción de «autopublicarse y alcanzar a los jugadores, donde sea que escojan jugar».
Jim Ryan, el presidente de Sony Interactive Entertainment, ha declarado que «tenemos una fuerte relación con Bungie desde la creación de la franquicia Destiny, y no podría estar más emocionado por dar la bienvenida al estudio a la familia PlayStation».
Por supuesto, la compra ha levantado cierta expectación y no pocas bromas entre la comunidad digital. Bungie fue un estudio creado tras la marcha de los creadores de Halo de Microsoft en busca de independencia. Acabaron en Activision, compañía de la que también partieron tras una turbulenta alianza, volvieron a ser independientes, y, ahora, caen bajo el paraguas de Sony.
Y no, por supuesto que esto no significa que Halo pueda acabar en PlayStation. Esa licencia es de Microsoft y no hay negociación posible, más allá de lo que la compañía de Redmond decida.