Análisis Tony Hawk’s Pro Skater 1+2: Nostalgia y flow

Tony Hawk’s Pro Skater 1+2: Nostalgia y flow

No existen muchas franquicias que hayan dejado tan buenos recuerdos como los juegos de Tony Hawk’s Pro Skater. Una saga que, en el final de la década de los 90 y principios de los 00’s, dejó huella tanto en el medio como en los jugadores. De hecho, no sería para nada descabellado considerar sus dos primeros títulos como trascendentales, no solo como videojuegos, sino también a nivel cultural, ya que supusieron la representación del mundo suburbano a través del skateboarding.

Comparativa entre el remaster y el primeir Tony Hawk

Tony Hawk’s Pro Skater era un juego rápido, agradable y, sobre todo, desafiante. Uno de esos juegos con los que es fácil que te quedes enganchado porque se siente bien, es sencillo y, al mismo tiempo, es un reto progresivo para llegar a alcanzar la mejor puntuación posible. Acompañado por una banda sonora punk-rock, muy de su época y del ambiente que quería representar, el primer THPS hizo que toda una generación se pasase tardes enteras haciendo trucos imposibles en la piel de leyendas del monopatín como Tony Hawk, Chad Muska, Rodney Mullen, Steve Caballero o Elissa Steamer.

A lo largo de varias entregas, Neversoft desarrolló una serie de juegos que definirían su propio género, un arcade puro que, con el paso del tiempo y el cambio de desarrolladora, acabó por perder gran parte de su encanto. Veinte años después, de la mano de Vicarious Visions (responsables del remake de Crash Bandicoot), nos llega una remasterización de los dos primeros Tony Hawk’s Pro Skater. Una remasterización que ha sabido ver las virtudes de aquellos juegos y llevarlas a un nuevo nivel.

Nada cambia, todo cambia.

Lo primero que llama la atención de Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 es la obvia mejora a nivel visual: nuevo apartado gráfico, una mayor resolución, nuevas texturas, mejores animaciones y modelos nuevos para unos skaters algo más envejecidos. Estamos ante un trabajo completo a la hora de rehacer el juego a nivel visual, pero sin pervertir la esencia artística de los juegos originales. Algo parecido sucede con el apartado sonoro, que conserva las canciones de los juegos originales, pero permite añadir pistas totalmente nuevas, que perfectamente podrían haber estado en la banda sonora del THPS o el THPS 2.

Los escenarios de este remaster lucen espectaculares

Además, los cambios en THPS 1+2 no se quedan solo en su parte visual, también incluye algunas mejoras en su jugabilidad. Esto hace que, aunque al volver a jugar las sensaciones sean las mismas, todo es distinto, se siente mucho mejor y funciona mejor que hace 20 años. Cambios sutiles y pequeños añadidos que modifican los originales para que resulte un juego atractivo a quienes, por edad, no jugaron a ninguna de las entregas antiguas.

De esta forma, no estamos ante un juego que sea plenamente fiel a los originales, y no solo porque incluya nuevos skaters, sino porque incluye movimientos y mecánicas que fueron introducidas en entregas posteriores o que estaban presentes en el Tony Hawk’s Pro Skater 2 pero no en el primero. Cambios que no importan, porque las manos van a responder y tu memoria va interpretarlo como si ya lo hubieses jugado. Además, va a hacer mucho más agradable la entrada para quien llegue por primera vez a la saga, ya que los juegos originales, aunque sigan frescos, si es cierto que pueden resultar algo toscos a día de hoy.

Las tres modalidades de juego de este remaster

Sin embargo, en el mundo gamer, jugar con la nostalgia y hacer sutiles cambios en los recuerdos de los fans puede ser un arma de doble filo, pero parece que desde Vicarious Visions son plenamente conscientes de ello. Por eso, para los más puristas de los juegos originales nada tiene por qué cambiar a pesar de que todo haya cambiado. De esta forma, para los gamers más exigentes o para aquellos que quieran revivir los juegos exactamente como los recuerdan, existe la opción de bloquear y limitar los movimientos que no quieras que estén presentes. Esto hace que puedas jugar con lo que estaba presente en THPS, eliminando todo lo que sea posterior, o jugar solo con las opciones de THPS2.

Un juego en el que todo fluye

Jugar a THPS 1+2 es estar continuamente en estado de flow. Es muy fácil entrar a él y que te quedes completamente absorto, encadenando una partida tras otra sin sentir, en ningún momento, que estás haciendo siempre lo mismo. Es un juego arcade en el que lo único que importa es el game feel, cómo te sientes como jugador y cómo se fusiona el mando con tus manos para llevarte a ese estado en el que lo único que existe es lo que hay dentro de la pantalla.

En THPS 1+2 todo fluye porque todo está igual de bien diseñado que el material original. Aunque los juegos de hace 20 años se siguen sintiendo frescos y esa frescura se traslada y se percibe en THPS 1+2, podríamos llegar a decir que, quizás, el remake está mejor hecho que los juegos originales. En Vicarious Visions han sabido captar lo que hacía especiales a esos juegos y lo han adaptado a veinte años de evolución del medio sin perder ni un ápice de la originalidad de la saga.

Si has sido un habitual de los juegos de Tony Hawk, el esfuerzo que vas a tener que hacer para recuperar estas sensaciones es mínimo. Después de aterrizar unas cuantas veces con los dientes, enseguida vas a poder empezar a encadenar trucos y combos que te guiarán hacia ese estado de flow y, de repente, sin que te hayas dado cuenta, habrán pasado tres horas. Al mismo tiempo, sin embargo, es un desafío constante porque su curva de dificultad se dispara en cuanto quieres intentar dominarlo y hacer combos y recorridos perfectos.

Son muchas las opciones para personalizar a nuestro skater

Por otra parte, para aquellos que llegan nuevos a la saga existen tutoriales para que se puedan familiarizar con todo el abanico de posibilidades que THPS 1+2 nos ofrece. Además, para quien lo necesite, las opciones de accesibilidad son amplias: desde eliminar las caídas hasta quitar los indicadores de equilibrio. Muchas opciones para que cada uno pueda ajustar el juego a sus necesidades y hacerlo aún más disfrutable de lo que ya es.

Una apuesta por el arcade

A veces cuando nos enfrentamos a remakes o remasterizaciones, nos encontramos con que han fusilado el material original. Un miedo que siempre está presente cuando se anuncian este tipo de propuestas, bien sean juegos, series o películas que, por el motivo que sea, nos han gustado o han sido importantes en una parte de nuestra vida. A veces también pasa que el material original no era tan bueno como nosotros pensábamos y resulta que rehacerlo no solo es necesario, sino que también lo mejora.

Esto no es algo que pase con THPS1+2, ya que se nota que confía en los juegos originales, en cómo estaban diseñados, en el tipo de jugabilidad que ofrecían y en cómo se sentían a la hora de jugarlos. Para hacer esto, se acerca desde fuera, no en modo nostálgico, sino con una perspectiva crítica y analítica. En Vicarious Visions saben ver cuáles son los elementos de diseño que no funcionan a día de hoy y no tienen ningún problema en pulirlos o cambiarlos. De esta forma, este remake resulta ser una experiencia distinta pero familiar. THPS 1+2 introduce los cambios necesarios para traer al presente una saga que fue clave hace 20 años y también permite que se acerquen a ella tanto los novatos como los nostálgicos.

Hay bastantes secretos ocultos en casi todos los escenarios

Vicarious Visions ha sabido plasmar la esencia arcade y adaptarla a las necesidades del público actual dando como resultado no solo un buen remake, sino también un juego necesario. Y es que, aunque haya un cierto resurgimiento de los juegos de skate en los últimos años (Session, Skater XL o Skate 4), los juegos de Tony Hawk siempre han ido un poco por su lado. Mientras que los otros intentan representar, hasta determinado punto, la experiencia del skate, THPS 1+2 rescata la importancia del marcador y hace especial énfasis en la espectacularidad, en los trucos y movimientos imposibles. Un acercamiento arcade que poco o nada tiene que ver con aquellos que pretenden emular el deporte real, en una aproximación que, quizás, se acerca más a la cultura que rodea al mundo del skateboarding.

THPS 1+2 es un viaje al pasado, cargado de nostalgia y buenas ideas bien ejecutadas. Un trabajo que ha abierto la puerta a la recuperación de una franquicia fundamental dentro de la historia de los videojuegos. Una revitalización que hacía falta y era necesaria para recordarnos lo divertido que puede ser ir montado sobre un monopatín.

9.0

Lo mejor

  • Tiene una jugabilidad puramente arcade que se siente muy satisfactoria
  • Hay un gran trabajo en la renovvación de su apartado gráfico
  • Conserva y mejora la frescura de los juegos originales
  • Es un gran homenaje para uno juego trascendental para el medio

Lo peor

  • El multijugador se siente más como un accesorio que como algo realmente necesario
  • Existen pequeños glitches, personajes que se quedan atascados o que traspasan elementos, pero que no influye para nada en la experiencia
Esteban Canle

Colaborador de Morcego. Gústame falar, ler e escribir sobre videoxogos.